Obangsinjanggi es el término que se refiere a las banderas de los dioses guardianes de las cinco direcciones, es una serie de banderas de cinco colores utilizadas para la adivinación en los rituales chamánicos.

El palo de la bandera se hace con bambú de aproximadamente 70 y 100 centímetros de largo, mientras las banderas son de seda u otra tela, a veces papel de morera teñido, que miden 70 centímetros de ancho y 50 centímetros de largo.

Los colores de las banderas se asocian con las cinco direcciones según la cosmología tradicional: el color azul es para el este simbolizando la desgracia y desastres; el color blanco es para el oeste simbolizando el dios celestial o la bendición para los muertos; el color rojo es para el sur simbolizando la buena fortuna; el color negro es para el norte simbolizando la muerte; y el color amarillo es para el centro que representa a los ancestros.

En una parte del ritual chamánico llamado sinjanggeori de los dioses guardianes de las cinco direcciones, el chamán enrolla las cinco banderas juntas y su cliente recoge uno de sus mástiles para adivinar su fortuna dependiendo del color de la bandera que él mismo seleccione. La bandera roja brinda la buena fortuna y posesiones materiales, por lo que aquellos que quieren averiguar qué va a pasar en el futuro durante el ritual de la buena fortuna llamado jaesugut suelen querer recoger dicha bandera de color rojo. La bandera blanca y la amarilla se consideran también auspiciosas; la negra y la azul, ominosas.

Las obangsinjanggi tienen las funciones no solo como un medio de adivinación, sino también como un instrumento para mantener alejados los malos espíritus y fantasmas malignos. En el ritual de la iniciación chamánica llamado naerimbut, el chamán roza el cuerpo del chamán poseído que es su hijo espiritual con dichas banderas. Además, en el ritual de la curación llamado byeonggut, el chamán golpea ligeramente el cuerpo del paciente con las banderas de cinco colores para eliminar el fantasma que ha causado la enfermedad.