Tailandia

Tailandia tiene su propia combinación particular de chamanismo, basada en una mezcla de la religión bon con una generosa pincelada de budismo e hinduismo, todos ellos influidos por la poderosa y antigua cultura tradicional del país.

A los chamanes de Tailandia se les conoce como doctores del espíritu (mau), o de manera más simple como profesores respetados (ajaan) y, a diferencia de la mayoría de los lugares del mundo, donde el chamán actúa como curandero en todo tipo de situaciones, estos chamanes pueden elegir especializarse en una amplia variedad de habilidades, entre las que podemos incluir la de los colocadores de huesos, curanderos de picaduras de serpientes, limpiadores de espinas de pescados y de balas, adivinos, exorcistas, fabricantes de amuletos, médicos de los senos, de los ojos y de los dientes, comadronas y funerarios. El título honorífico de “doctor” puede ir acompañado por una única palabra que indique su especialización. Así, al adivino se le puede llamar mau duu, o “doctor que mira”: alguien que mira al futuro o aparta las cortinas entre los mundos para descubrir respuestas para su cliente.

No obstante, algunos parecen ser capaces de combinar todas estas habilidades, como es el caso del famoso terapeuta que (entre otras cosas) curaba la presión sanguínea lata y el glaucoma, predecía el futuro, encontraba niños perdidos, descubría ladrones, hacía desaparecer los malos espíritus y detuvo a un hombre que estaba golpeando a su esposa.

Cruz de Hilo

Los doctores del espíritu tienen una enorme variedad de habilidades rituales a su disposición. El uso de la Cruz de Hilo, también conocida como mdos u Ojo de Dios, está muy extendido. Esta cruz está formada por dos palitos unidos en forma de cruz. Al palito vertical se le conoce con el nombre de srog shrin, o Árbol de la Vida. Entorno a ellos se dibuja un complejo patrón de hilos multicolores. La estructura completa puede medir hasta 3,3 metros e incluir una variedad de formas geométricas. También encontramos este mismo emblema en México, donde protege contra el “mal de ojo”.

El uso al que se destina esta cruz varía, pero habitualmente se dedica a albergar o capturar un dios o espíritu, que puede ser positivo o negativo. Si se quiere usar para contener a un poder demoníaco, recibe el nombre de gtang mdos; si tiene como fin proteger, se le conoce como brten mdos. Es posible ver pequeñas versiones de estas cruces en los tejados, dedicados a la protección personal o familiar; mientras que los mdos grandes se usan para proteger edificios más grandes, como monasterios. Cuando el mdos ha estado en su lugar durante cierto tiempo; se considera que está lleno de energías negativas; y se retira bien para desmantelarlo o para destruirlo ritualmente en un fuego. A veces la gente de a pie lleva piezas de mdos rotos para que la suerte le sonría.

WAI KHRU

Una vez al año, los doctores del espíritu chamánicos de Tailandia honran a sus maestros espirituales en una ceremonia llamada wai khru. En ella se seduce al espíritu para que descienda a un cuenco de ofrendas; que a continuación se pone sobre un altar. Los rituales pueden ser simples o inmensamente complejos. En el segundo caso, las ceremonias más intrincadas y extraordinarias son las que llevan a cabo los bailarines y músicos clásicos tailandeses; supervisadas por el departamento de bellas artes gubernamental. Como se dice que toda danza y música están inspiradas directamente por los espíritus (como en el caso de todas las culturas que las incluyen en sus prácticas chamánicas); los artistas invocan la presencia de sus guías internos antes de realizar una actuación.

El día del maestro

El día del maestro siempre coincide con un jueves; día que se considera regido por el planeta Júpiter, la “estrella del maestro” según los astrólogos tailandeses. Un maestro de danza de avanzada edad y experiencia, que también es chamán, actúa como médium para los espíritus de la música y la danza; realizando invocaciones desde una serie de manuscritos que solo él puede poseer y leer. Este puesto es tan importante que, cuando el último maestro murió inesperadamente, el propio rey fue obligado a nombrar cinco nuevos maestros para asegurar la adecuada transmisión de los ritos.

Al comienzo del día del maestro se disponen las preciosas máscaras de los dioses maestros de la música y la danza en una pirámide sobre un altar. Y el sacerdote que preside puede invocar hasta veinte espíritus o dioses maestros; haciendo que los percusionistas clásicos toquen sus sintonías específicas. Todo esto demuestra la importancia de la presencia de los espíritus; y el grado de devoción de quienes actúan bajo la influencia de la inspiración divina.

Esta poderosa tradición ha hecho mucho por preservar la práctica del chamanismo en el país. Un sorprendente número de gente joven está tratando de seguir el camino del chamán; aunque para ello deben someterse a pruebas muy exigentes y temerosas; incluyendo el uso de plantas alucinógenas como la llamada “árbol del ángel”; que produce ataques y se sabe que en algunos casos ha alterado la personalidad.