China
El chamanismo ha estado presente en China desde la antigüedad, y aún sigue practicándose en nuestros días. Los wu, como se conocía los chamanes, practicaban la adivinación, influían en la meteorología, rezaban y ofrecían sacrificios. Se dijo que el emperador Qin Shi Huang, que reinó entre 221-210 a.C.; había deambulado por las orillas del mar oriental ofreciendo sacrificios a las famosas montañas; a los grandes ríos; y a los ocho espíritus; mientras buscaba a los xian o “inmortales” (de xianmen, una palabra que se parece mucho a la siberiana “chamán”).
Cortar la comunicación entre el cielo y la tierra
El rey Zhao de Chu (c. 515-489ª.C.) leyó en una ocasión que el sabio gobernante Shun “encargó a Chong y a Li que cortaran la comunicación entre el cielo y la tierra”. Pidió a su ministro que se los explicara y este le dijo:
Antiguamente, los hombres y los espíritus no se mezclaban. En aquellos tiempos había ciertas personas que eran tan perspicaces, determinadas y reverentes que su entendimiento les permitía hacer una recopilación significativa de lo que vive arriba y de lo que vive abajo; y su comprensión iluminaba lo que estaba distante y profundo. Por tanto, los espíritus descendían sobre ellos. Si eran hombres, a los poseedores de estos poderes se les llamaba xi, y, si eran mujeres wu. Ellos son los que supervisaban las posiciones de los espíritus en las ceremonias, se sacrificaban ante ellos, y en general dirigían los asuntos religiosos.
Como consecuencia, las esferas de lo divino y de lo profundo estaban diferenciadas. Los espíritus enviaban bendiciones a la gente, y aceptaban sus ofrendas. No había calamidades naturales. En los tiempos degenerados de Zhuanxu (en el pasado mítico del siglo XXVI a.C.), los hombres y espíritus se entremezclaron, y en cada hogar se realizaban indiscriminadamente los ritos religiosos que hasta ese momento habían sido dirigidos por los chamanes.
Como consecuencia, los hombres perdieron el respeto hacia los espíritus, los espíritus violaron las normas de los hombres, y se produjeron catástrofes naturales. Entonces a Chong, Gobernador del Sur, se le ordenó que gestionara los asuntos del cielo a fin de determinar el lugar adecuado para los espíritus, mientras que Li, el Gobernador del Fuego, tenía que dirigir los asuntos de la tierra y determinar el lugar apropiado para los hombres. Y a esto se refieren cuando se habla de cortar la comunicación entre el cielo y la tierra. Contemporary Chinese Shamanisme, HONG ZHANG y CONSTANTINE HRISKOS, 2010
Los elementos
La unificación del cielo y la tierra es una muy buena descripción del trabajo chamánico, que trata de ser un puente entre el mundo de cada día y el otro mundo. A estos chamanes chinos a menudo se les llamaba para lidiar con las condiciones meteorológicas adversas; en una sequía realizaban danzas, ceremonias y sacrificios para traer la lluvia. Existen pruebas de que estos antiguos rituales y quienes los realizaban empezaron a adquirir un estatus más oficial a medida que la corte de los emperadores chinos se formalizó, y los oficiales de la corte supervisaban a los chamanes:
Cuando el país sufre una gran sequía, ellos dirigen a los médiums de los espíritus en la danza y el ritual para conseguir la lluvia (yu). Cuando el país sufre una gran calamidad, dirigen a los médiums de los espíritus en la realización de las antiguas prácticas de los médiums de los espíritus (wuheng). En los sacrificios oficiales, ellos manejan las tabletas ancestrales en sus receptáculos, la tela sobre la que caminan los espíritus, y la caja que contienen los juncos (la ofrenda del alimento). Se guardan todos los sacrificios oficiales en el lugar donde se entierran las ofrendas. Y todos los servicios funerarios se encargan de los rituales con los que los médiums hacen descender a los espíritus.
The Religious System of China, JAN JAKOB MARIA DE GROOT, 1892
La danza del espíritu
En Shamanisme: Archaic Techniques of Ecstasy, Mircea Eliade habla de la Danza del Espíritu. Actualmente este ritual es muy conocido entre las tribus nativas americanas; que desarrollan una variedad de rituales de este tipo; todos ellos dirigidos a invitar a los espíritus a descender al cuerpo del bailarín. En la antigua China existen relatos de esta práctica que se remontan 4.000 años atrás; y su propósito declarado recuerda en gran medida al del chamán. Los movimientos de los bailarines espirituales recuerdan a los del taichí. Los movimientos, las posturas y los gestos que se enseñan a quienes practican este antiguo arte se basan en las formas y en las acciones de animales como el tigre; el leopardo; el león; la grulla; el águila; el fénix; la serpiente; el dragón; el primate blanco; el mono y la mantis religiosa.
Un relato del siglo XV describe su posible origen y al mismo tiempo muestra la típica comprensión surgida de seguir el camino chamánico.
Es posible que este relato, además de sugerir un posible origen chamánico del taichí; también nos lleve a un tiempo anterior en el que el chamán emprendía la búsqueda de la visión; viajando a un paraje apartado para estar solo con los espíritus y sufrir privaciones hasta que se sintiera transformado. Esta práctica está tan extendida que hay pocas culturas que no posean algún relato de un régimen de castigo del que el chamán emerge profundamente transformado.
Resurgimiento Posmaoísta
El chamanismo está viviendo un resurgimiento en la China posmaoísta. Después de años de represión en los que se fruncía el ceño ante la creencia en los espíritus y la adoración de los ancestros; una nueva generación está empezando a redescubrir estas antiguas creencias. Un relato contemporáneo describe la experiencia de Xu Ma; que tuvo sueños alterados durante los cuales llegó a padecer la aparición de un bulto en su hombro y la llevaron a buscar una explicación de una curandera llamada Wang.
Wang le aconsejó que volviera a casa, comprara algo de papel e hiciera una casa de papel y dos maletas de papel. Aquella noche Wang visitó el hogar de Xu Ma para realizar un servicio Huanyuan (literalmente, “realizar un Deseo”)… Wang ya había localizado a los causantes del sueño, los padres fallecidos de Xu Ma. Los había visto en el mundo espiritual en harapos, con sombreros rotos y ropas andrajosas y malolientes, cubiertas de suciedad y de mugre.
Su padre vino a mí primero, seguido de su madre. Me quedé anonadada, y al principio no sabía quiénes eran Dijo Wang. Como no tenían casa, habían venido a casa de su hija, hambrientos y fríos. Wang pidió a Xu Ma que preparara una casa de papel y maletas para proveer a sus padres en el mundo de los espíritus.
Contemporary Chinese Shamanisme, HONG ZHANG y CONSTANTINE HRISKOS, 2010
A su debido momento, Xu Ma se recuperó y los sueños no volvieron nunca.
Estas antiguas prácticas, tan atesoradas por la gente, nunca desaparecieron del todo; y ni siquiera el poder de la Revolución Cultural pudo acabar totalmente con estas creencias. Bajo la nueva libertad que se respira en China; los antiguos caminos están volviendo y cada vez se están registrando más ejemplos como el de Xu Ma.
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