Chamanismo en la AMAZONÍA

A lo largo de la zona en que alguna vez fueron inmensos bosques de la Amazonía, el chamanismo se ha mantenido sin cambios a lo largo de miles de años. El chamán, aquí conocido como payé, trabaja con el mundo natural, con animales y plantas, para conseguir el poder que le permita sanar y tener visiones.

Se espera que realice sacrificios en nombre de la tribu y que se someta a privaciones y austeridades a fin de refinar al máximo sus capacidades. Un payé de la Amazonía también debe tener una buena voz para cantar; puesto que mucha de la fuerza del chamán está contenida en el uso de cantos y canciones de poder mágicas. Pero, por encima de todo, debe estar dispuesto, y ser capaz, de cambiar de forma, transformándose en formas de animales terrestres, pájaros o peces; porque solo de esa manera puede comunicarse con los poderes superiores que le permiten curar y encontrar la verdadera visión.

Los chamanes JAGUAR

Una de las transformaciones más comunes de los chamanes de la Amazonía es la transformación en jaguar. La asociación con esta hermosa y poderosa criatura es tan fuerte en toda la región amazónica que varias de las palabras usadas para describir a distintos chamanes y su trabajo se derivan del nombre del jaguar. Por esta razón se les ha apodado los “chamanes jaguar”, aunque, de hecho, también pueden tomar otras formas.

Estas transformaciones se consiguen por diversos medios. El payé puede tomar un alucinógeno, realizar un ritual, o adornarse con huesos, dientes y pieles de jaguar. El indudable poder de este animal, además de su fiereza, está en su fuerza y su habilidad a la hora de subirse a los árboles en sus viajes del espíritu; o se sumerge en el fondo del río para conversar con el Maestro de los Peces.

El siguiente hechizo jaguar es típico de las canciones de poder que se cantan como parte del ritual de transformación de un chamán:

Canción del hechizo jaguar

¿De dónde vienes,
hijo del jaguar negro?
Alimentando la tierra
con la leche de tus pechos,
te presentas.
El jaguar viene
por detrás de él,
y le llama.
En el corazón
del bosque grita,
viene por detrás de él,
ya domesticado…

Entre los pueblos Desana que viven en el río Negro, un afluente del Amazonas que separa Colombia y Venezuela, los chamanes preparan un alucinógeno para esnifar particularmente poderoso. Lo guardan en el hueso vaciado de un jaguar con un tapón en cada extremo.

Cuando uno de los chamanes mayores desee iniciar a un grupo de novicios en el poder del jaguar, llamará a los miembros del grupo. Éstos habrán ayunado previamente durante días y habrán cantado juntos durante varias noches. Cada uno de ellos toma una gran dosis del alucinógeno. Y seguidamente esperan que el poder del jaguar elija de entre ellos a los verdaderos chamanes. No todos serán elegidos; algunos pueden desmayarse o enfermar; otros se sienten transformados y cuentan que sus almas vuelan hacia el cielo o deambulan por la jungla bajo la forma de un jaguar. Entonces se dice que las criaturas de la jungla rugen y gritan durante un tiempo, y solo cesan en sus llamadas cuando los chamanes retornan a sus cuerpos.

Los Desana se llaman a sí mismos los “Hijos del Viento” por su capacidad de volar, dejando atrás sus cuerpos mientras ascienden hacia el cielo.

Chamanismo en BRASIL

En contraste con las antiguas tradiciones chamánicas de la Amazonía y de los Andes del Perú, los movimientos espirituales que se manifiestan en Brasil, como el candomblé, el Santo Daime o la quimbanda, proceden de la combinación del chamanismo indígena con las tradiciones africana y europea, incluyendo el cristianismo.

Candomble

El más antiguo de ellos es el candomblé, que se originó en África, muy probablemente entre los yoruba de Nigeria. Éstos fueron enviados a trabajar como esclavos en las plantaciones de azúcar brasileñas. Si bien llevaron consigo sus tradiciones y sus creencias, los misioneros cristianos pronto las atacaron; considerando que su trabajo consistía en “mejorar las vidas de los salvajes ignorantes” imponiendo sobre ellos el cristianismo.

Los esclavos pronto descubrieron que si decían adorar al nuevo dios podían seguir con sus propias creencias a escondidas. Así, aunque superficialmente seguían las enseñanzas de Jesús y los santos, continuaban rindiendo culto a sus propios espíritus, los Orishas. Estos seres empezaron a fundirse lentamente con los santos cristianos; y de esta manera se preservaron muchas de las tradiciones de los yoruba, junto con su música y sus canciones. Los chamanes de la tribu, conocidos como babalorixas(hombres) y yalorixas (mujeres), continuaron trabajando en secreto; curando cuando podían y manteniendo vivas las antiguas tradiciones de su pueblo. Finalmente, tras la aprobación del Acta de Emancipación en 1888, al pueblo afro-brasileño se le permitió practicar sus creencias más abiertamente; y el candomblé emergió como un poderoso movimiento espiritual que ha continuado hasta nuestros días.

Santo Daime

El Santo Daime es otro ejemplo de religión sincrética que sigue el calendario de la Iglesia Católica Romana; pero en compañía del dios vegetariano Daime, a quien se percibe como el habitante de la embriagadora planta ayahuasca.

Comparte el lugar de honor con Cristo, y el sacramento del pan y el vino se sustituye por la ingesta de esta planta. Se dice que Daime emergió de las profundidades del bosque en respuesta a las grandes extensiones de selva que están siendo taladas por los madereros sin escrúpulos.

Raimundo Irineu Serra

El fundador de la religión fue un afro-brasileño, un resinero llamado Raimundo Irineu Serra. Serra había sido iniciado por los chamanes peruanos en la década de 1920; y aprendió los usos de la planta ayahuasca. Durante un viaje inducido por un trance, a Serra se le dijo que debía introducirse más profundamente en la selva. Continuando bajo la influencia de la planta transformadora de la consciencia, pasó ocho días en la espesura, de la que emergió con una doctrina completa que había recibido de Nuestra Señora de la Concepción, la Reina del Bosque. En 1930, Serra fundó la iglesia Alto Santo; y empezó a recibir la inspiración divina para componer lo que él mismo llamó el Tercer Evangelio, que consiste en más de 100 himnos que codifican las creencias de la doctrina.

Los seguidores de la iglesia comparten ceremonias que duran toda la noche. Después de beber una destilación de ayahuasca, entran en un estado de trance durante el que cantan, bailan y tocan música. En todo momento buscan el contacto con los espíritus; que les informarán de cómo realizar el trabajo de curación y encontrar la sabiduría que les ayudará en su vida de cada día.

Quimbanda

Otro movimiento religioso importado que ha conseguido un seguimiento multitudinario en Brasil es la quimbanda. A menudo considerada un adjunto de la umbanda africana, aunque exhibe un mayor grado de moralidad cristiana superpuesta sobre las creencias y prácticas africanas. El nombre “quimbanda” se deriva de la lengua kimbundu de Angola, y significa curandero o adivino, y los numerosos sacerdotes chamánicos que siguen este camino invocan a los espíritus para que les otorguen sabiduría y curación, y para que les permita ver el futuro. Así, los rituales quimbanda tienden a centrarse principalmente en la nigromancia, la adivinación, la creación de amuletos, pociones y otros instrumentos diseñados para invocar la ayuda sobrenatural.

Como la umbanda y el candomblé, la quimbanda ha sido reconocida recientemente como una religión legítima; sin embargo, varias iglesias evangélicas y pentecostales han mostrado una creciente intolerancia hacia las tradiciones brasileñas procedentes de África, forzando a sus seguidores a recurrir a las leyes que protegen la libertad religiosa en Brasil.